Priscilla Band: vibrando en la calle del “fonk”

Priscilla Band (de izq. a der.): Joseba Negro, Xabier Vellé, Lander Pérez, Juantxu García, Xabier Urrutikoetxea, Urtzi Martín, Iskander Vesga, Alex Hazas y Julen Yarritu (Foto: Laurent Leger Adam)
Texto: JOSEP PEDRO y VÍCTOR CALZADA MUÑUMER
Capaz de generar eco en las páginas del Wall Street Journal, la reciente y presente emergencia del soul en España está desvelando una serie de grupos punteros, entre los que destacan nombres como The Pepper Pots (2002-2014), The Cherry Boppers (2004-), The Sweet Vandals (2005-), The Excitements (2010-), Freedonia (2006-) y Aurora García & The Betrayers (2013). Formada originalmente en Bilbao en 2005 (en 2010 se consolida la formación actual), la Priscilla Band se enmarca en este resurgimiento y constata la heterogeneidad musical de la escena así como la continuidad de ciertas prácticas como la grabación con equipos analógicos vintage. Su particular especialización en el deep funk, rebautizado coloquialmente como “fonk”, recupera las connotaciones originales del término –”funk” como olor fuerte y cargado, relacionado con el sudor, el sexo y la pulsación enérgica del género.
Tras su debut Olor a fonk (Priscifunktoría, 2012), Priscilla Band presenta Xalala Kale (Autoproducido, 2014), una invitación a un lugar imaginario donde reina la comunión espiritual y el baile. El disco avanza su particular camino de composición propia en castellano y euskera, e incluye también un inspirado instrumental (“Competís”). Su presentación en directo muestra al grupo disfrutando en su espacio natural, incitando al público a involucrarse y a bailar el “funky chicken”. Con nueve músicos en el escenario y una potente sección de vientos, resuena, además del anclaje en el soul-funk de James Brown, Rufus Thomas y Jimmy McGriff, cierta energía rítmica de la tradición de Nueva Orleans, que termina por estallar con furia en las improvisaciones de los solos. Con los cimientos de composición y sonido asentados, esperamos ver el crecimiento y evolución de la calle del funk de Priscilla Band, un grupo que, buscando su propia personalidad dentro del género, nos deja un disco-concepto que une música popular y espacio público, quizás recordándonos, cincuenta años después, el “Dancing in the Street” de Martha Reeves & The Vandellas.
¿Qué detalles nos podéis contar sobre la letra de “Xalala Kale”, de su relación con el resto del disco y con el contexto actual?
Xabier: Kale es calle. Xalala es una onomatopeya como de buen rollo que se utiliza en euskera, y hay algunos otros temas donde se ha usado. La canción va sobre una calle que se llama Xalala, donde pasan cosas –más que nada buen rollo, buena música… Es un sitio donde estar, donde hablar, donde relacionarse con la gente y pasar el rato. Nos mola mucho porque junta un poco todo. Por un lado es en euskera. Además, la fonética suena mucho al rollo africano, que es la raíz de la música negra, claro –la raíz del funky está en África. Y luego, por otro lado, significa “sal a la calle”. En estos tiempos que vivimos [es] un poco de reivindicación…
Joseba: ¡Sal a la calle y muéstrate a cuerpo!
Xabier: Eso es, muéstrate a cuerpo, relaciónate, habla cara a cara…
Joseba: Discute, critica… ¡express yourself!
¿Qué retos plantea inspirarse en esa música y apropiarla hasta componerla en castellano o en euskera?
Juantxu: Fonéticamente todo el mundo sabe que el inglés es perfecto para la música… La apuesta nuestra es en castellano porque creemos con eso que acercas más a la gente, que se puede sentir más identificada con letras en castellano. Al final donde estamos tocando es aquí y se habla ese idioma. La de euskera lo teníamos en mente hace mucho tiempo… y le viene como anillo al dedo, va perfecto. Justo hablamos de lo que queremos, que es nuestra visión de la música y de la vida. Estamos orgullosos.
¿De qué manera trabajáis esa composición? ¿Partís de traducciones concretas, de los conceptos de los temas que os gustan…?
Juantxu: Lógicamente siempre vas buscando, por ejemplo los típicos estribillos que conoces o las frases que dice todo el mundo como “soul power”. Lo intentas adaptar al castellano, que vaya sonando más o menos como eso. No traducimos una letra del inglés al castellano, simplemente vamos buscando más el tema fonético y luego adaptamos la letra a lo que te va pidiendo. Empiezas por un principio y tienes que ir siguiendo esa letra para contar una historia, pero yo me fijo más en que suene fonéticamente bien que en lo que vas a decir o contar. Porque hay que fijarse en eso más que nada… tiene que ser muy rítmica, la métrica tiene que ir perfecta. El hándicap que tienes en castellano es que tienes que decir muchas cosas en muy poco espacio. Entonces ahí estamos, intentando aprender cada día.
¿Habéis encontrado algún tipo de inspiración en grupos españoles de los sesenta como Los Buenos, Los Canarios o Los Jóvenes, cuya música ha sido reeditada en proyectos como Sensacional Soul (Vampisoul)?
Juantxu: Sí, todo eso también influye. Al ser el cantante te tienes que fijar también en gente que canta y compone letras en castellano, como Sabina. Aunque la manera que tenemos de escribir ahora es distinta. Antes decían: “¡Mas no quiero quererte más…!” [Risas] Hoy diríamos que son un poco… quedaría un poquitín ñoño cantar como se cantaba antes. Te tienes que mover con los tiempos y al final en las letras metes un poco de jerga, como hablamos la gente en la calle. Intentamos no ser muy ñoños con el tema del amor… en inglés sí que queda muy bonito pero en castellano, ostia, igual a alguno le sube el azúcar.
¿Hay algún grupo intermedio con sonido más cercano al funk?
Joseba: No sé si hacían ese funk old-school de JB’s. Yo creo que era más soul, e incluso ye-ye.
Xabier: Si te vas al instrumental, sí que había.
Joseba: En España siempre ha habido cosas que sonaban a esa época. Fue coetáneo, igual un poco más tarde. Primero nació en Estados Unidos y llegó aquí de alguna manera o de otra. Pero no tenemos clara esa afirmación de que había grupos que hacían ese funk old-school.
Juantxu: Ahora mismo no tenemos un grupo que se pueda comparar a nosotros, para lo bueno y para lo malo. Es que no hay. Sobre todo se han dado a cantar en inglés, que es igual más fácil, menos arriesgado. Pero lo nuestro es una apuesta que tenemos.
Con respecto al primer disco, este presenta una portada con un diseño más elaborado. ¿Qué buscabais y de qué manera se relaciona con vuestra música?
Joseba: Bueno, los diseñadores [Ángela Almeida y Lando Stone] parece que se lo han currado bastante. Ha sido un trabajo dedicado exclusivamente para el disco y yo creo que al final sí está relacionado con “Xalala Kale”, ese lugar imaginario donde nosotros y nuestra gente nos movemos como pez en el agua. Hay que escapar un poco del día a día que nos satura y nos aturde, y sinceramente con este disco queremos reivindicar eso, que hay un sitio ahí al margen.
¿Cómo resumiríais la experiencia del crowdfunding, con la que habéis financiado el disco, recibiendo incluso más dinero del que pedíais?
Xabier: Hicimos crowdfunding básicamente para la duplicación de copias, ya que nosotros grabamos el disco y teníamos dinero para el máster. Nuestra idea era venderlo a alguna discográfica pero no encontramos nada que nos interesase realmente. Las discográficas hoy en día no funcionan como antes, no apuestan por las bandas –o muy pocas invierten por bandas. Así que dijimos, vamos a probar. Hacemos un crowdfunding y con eso tendremos para poder sacar el disco. La verdad es que [salió mejor] de lo que esperábamos… Teníamos miedo, pero al final nos pasamos y todo. Así que estupendo.
¿Cuánta importancia tiene para vuestra música de directo el hecho de ser 9 músicos en el escenario y qué complicaciones trae consigo?
Xabier: Teníamos siempre clara la idea hacer una banda grande. Nos mola el rollo ese, como los JB’s que son una banda de muchos músicos. Poco a poco al final aparecieron, luego surgieron las ideas de salir fuera y todo pa’lante. Está claro que salir fuera es muchísimo más caro, [el gasto] se duplica o se triplica [con respecto] a una banda convencional de cuatro o cinco músicos. Pero los Priscilla somos una gran familia, nos llevamos todos de puta madre y nos divertimos mucho.
Juantxu: Tiene sus pros y sus contras. Pero nosotros para hacer la música que queremos hacer necesitamos una sección de vientos y eso implica que ya son cuatro chavales ahí. Un grupo normal con cinco, e incluso tres, irían de puta madre. Yo en mi próxima vida tendré un power trio, nada más.
Xabier: Amamos mucho lo que hacemos, creemos que tiene que ser así y vamos adelante con ello. También decir que nueve músicos en el escenario tienen muchísima más energía que cuatro músicos en el escenario.
Juantxu: ¡Y además fíjate que nueve!
¿Podríais hacernos un breve comentario sobre la escena de música negra en el País Vasco, y particularmente en Bilbao?
Joseba: Yo creo que a diferencia de grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza o Valencia, en Bilbao todavía no existe ese asociacionismo, ese aunar esfuerzos por hacer festivales conjuntos… Nuestra banda igual es un poco pionera de este estilo, especialmente por cantar en castellano, pero creemos que se puede hacer muchos más por intentar unir esfuerzos, culturizar y promocionar este gremio, y en ello seguimos trabajando, en que se nos vea y la gente nos conozca. Allí el mercado está muy cerrado a unos estilos muy asentados. Bilbao ha sido muy punk toda la vida, entonces… sólo hay que cambiar la “P” por la “F”, casi lo tenemos.
Xabier: También es verdad que nosotros llevamos unos cuantos años y no vemos un relevo generacional de gente que apueste o que empiece a hacer esta música. Todo el mundo va al rock o al indie, que es lo que se lleva…
Joseba: Mucho rock y mucho metal siempre ha habido, también mucho punk, pero bueno, nos gustan las arriesgadas y vamos a ello.
Os habéis definido como una banda que recupera sonidos de los años 60 y 70 ¿cómo os explicáis vuestra relación con la música afroamericana y por qué esa especialización en el “fonk”?
Joseba: Creemos que es una música [de la cual] quizás la gente no tiene la cultura, pero cuando nos oyen tocar, o cuando oímos tocar a un grupo de soul, al final son grupos con mucha energía en directo, muy contagiosos, muy festivos y muy de baile. Queremos revindicar un poco eso, porque creemos que hace falta esa escena de “buenrollísmo”, de “vamos a movernos” sin dejar de lado la crítica. Defender lo nuestro, nuestros derechos como músicos y como personas al margen de toda esta canallada. Estamos contentos [porque] este estilo es natural, lleva haciéndose mucho tiempo en otros países y cala y contagia de una manera muy rápida.
Juantxu: Sí que es cierto que mucha gente, en ese sentido, no tiene cultura. No sabe lo que está escuchando. De hecho hay gente que te dice:“¿Ah, pero tu tocas?” – “Sí, yo canto en un grupo…” – “¿Y qué música hacéis?” – “Funk, funky…” Y te dicen: “¿Eh? ¿Qué es eso?” Algunos sí saben cosas pero igual enfocan más el funky hacia Fiebre del Sábado Noche (John Badham, 1977).
Xabier: También vemos que mucha gente no escucha esta música en casa pero luego cuando ve un concierto de música funk lo disfruta. Es una música muy de directo, quizás no sea tanto para escuchar en tu casa tranquilamente un domingo mientras haces la comida –que también, en nuestro caso sí– pero puedes estar en un concierto y te lo vas a pasar de puta madre.
¿Qué le decís a la gente que habla del “revival” de una forma despectiva, diciendo que es algo del pasado, o que esta manera no hay tanta creatividad o “progreso” en la música?
Joseba: Al final te das cuenta de que hace falta un poco de decrecimiento, de conocer el pasado, la historia musical… y es un estilo que, por lo menos en el País Vasco, la gente no conoce.
Juantxu: Tratamos de acercarles la música de la manera que podemos, mediante los bolos y pinchando esta música que nos gusta. Está inventado hace muchos años, o sea que no se lo estamos descubriendo, pero se lo estamos acercando para que se empapen.
Xabier: La música realmente es atemporal, ¿sabes? Lo bueno siempre será bueno, no hay que estar a la moda. Está claro que nosotros no vamos a la moda… [risas]
Juantxu: ¿Cómo qué no? ¡Si esto va a ser una nueva moda!
Xabier: Mira por ejemplo los métodos de grabación. Nosotros hemos grabado en rollo analógico con micros antiguos de los sesenta. Para hacer esta música y sonar a aquello, que se hacía así, tienes que hacerlo de esa manera. Sino no vas a sonar, vas a sonar a otra cosa.
¿En qué medida creéis que la música soul y funk actual mantienen parte de ese componente político de los 60 y 70 en EE.UU.?
Joseba: Bueno, en aquellas épocas fue el himno de la lucha por los derechos de la raza afroamericana allí en EEUU, y en cuanto a la música contemporánea, pues fue una época muy candente…
Juanxtu: De muchos cambios.
Joseba: Aquí a España llegó un poco más tarde debido a lo que hubo. Hoy en día hay mucho que criticar y mucho que pelear. Es un nexo, conectar lo que hubo allí, conectar esa historia donde los negros luchaban en bloque… Nosotros podemos aplicarlo en nuestro día a día de crisis.
Xabier: Yo creo que también en los 60 la música reivindicativa no era tan explícita como hoy en día, como es el punk, que va directo al grano de una manera clara. Esa música se hacía de forma más metafórica, hablan de la libertad, o de los derechos,…
Juantxu: James Brown decía siempre: “Grita, grita, grita”.
Joseba: Say it loud!
¿Qué pensáis sobre el presente revival del soul, del neo soul y su desarrollo en España?
Joseba: Pensamos que está muy bien, que haya más grupos y a ver si se contagian en Bilbao y en Euskadi y empiezan a aflorar.
Juantxu: El hecho de que ese tipo de bandas empiecen a funcionar y llenen las salas nos beneficia a todos. Al final todos estamos metidos en este mundo underground. Cuanta más difusión tenga un grupo que esté en tu rollo, aunque no seas tú –que te gustaría que fueras tú–, eso también te aporta a ti.
Joseba: Siempre se quedará un poco en un estilo underground. Las tendencias del mercado marcan otras cosas y creemos que las músicas que marcan en directo no tienen la fuerza del “fonk”. De esta forma invitamos a cualquiera a que se eche al barro, llame a unos vientos y la líe un poco.
Juantxu: Y a los chavales: “Chavales, si no hacéis el fonk no vais a pillar en la vida”.

“Ahora mismo no tenemos un grupo que se pueda comparar a nosotros, para lo bueno y para lo malo” (Foto: Laurent Leger Adam)
¿Y qué relación tenéis con bandas como Sweet Vandals, con quienes habéis producido el disco (Funkamemba Studios, Madrid), y con grupos de otros partes de España?
Xabier: Pues nos conocemos todos. Por ejemplo el otro día Freedonia vino a Bilbao. Y bueno, otras veces que coincides en algún concierto pues hablas con ellos, siempre hay buen rollo. De hecho, el próximo finde tocamos en Bilbao en la presentación del disco, les dijimos a los de Anaut para que se viniesen y, nada, se han animado y se vienen.
Juantxu: Ya habíamos tocado con ellos en Vitoria. Si al final hay mucho trato y buen rollo, y esto es lo que tiene que ser, aquí no hay competencia. De hecho podéis escuchar el corte número 6 del disco, que se llama “Competís” y habla un poco de eso, que no hay que competir sino estar todos a una, luchando con todo.
¿Cuánto os gusta el blues y el jazz? ¿Qué relación tenéis con este tipo de músicos?
Joseba: Si miras el árbol de la música negra, cuando aflora la primera rama es el blues y de ahí a un tiempo surge el funk y por otro lado está el jazz más académico. Hay gente que igual ha ido al “fonk” por el blues, hay quien lo ha conocido in situ, hay gente que hemos tocado muchos estilos y al final hemos acabado desde hace 10 años haciendo esto. Una cosa no quita la otra, todos tenemos derecho a conocerlo igualmente, empaparnos y disfrutar tanto del blues como del jazz. Hay diversidad dentro del grupo.
Juantxu: Luego también hay bandas en Bilbao que son de blues como los Travellin’ Brothers, que se están haciendo un montón de salas y con los que hay trato.
Joseba: Ahora estén en Memphis y en New Orleans. No hace falta que sean estilos calcados, al final todos aportan su granito en su década, en su espacio, y es fácil aunar. Al final esto huele a negro. ¡Hay pentatónicas a saco!
Xabier: Es como Anaut, que hacen R&B y dices, pero bueno, es música que es prima hermana del funk. Te tiene que gustar eso.
Joseba: Sí, es anterior. De ahí surgió la música de los 70, de todo lo que hicieron los afroamericanos en EEUU.
En los últimos años se han consolidado una serie de iniciativas y festivales en torno a la música negra, entre ellos Blackcelona (2012-), Black is Black (2012-), Semana de la Música Negra de Alicante (2012-) Madrid es Negro (2010-), además de la revista Enlace Funk (1996-) y la web SoulSpain (2008-). ¿Cómo describiríais vuestra relación con este aspecto de “negritud” del género?
Joseba: Empezamos en 2005, hace 10 años, celebramos dentro de poco el décimo aniversario de la banda. Entonces éramos un poco más café con leche, por decirlo así. Es como los DJ’s, que siempre quieren tener el disco ese que no tiene nadie, que lo conseguí en una subasta por internet…
Juantxu: Te vas haciendo más friki.
Joseba: Más friki y más negro.
Juantxu: Ya, lo que te parecería hace 7 años que sonaba a esto, pues igual ahora ya no te llama.
Joseba: Ya O’funk’illo no…. Pero cuando teníamos 15 años nos molaba O’funk’illo, claro.
Juantxu: Lo importante es que nos mole todo, tampoco hay que ser sólo de esto o aquello. Luego tienes tus momentos en casa para escucharlo sin que te vea nadie sin que nadie sepa… [Risas].
¿Cuáles son vuestros planes inmediatos y a corto-medio plazo? ¿Qué expectativas tenéis con tras publicar “Xalala Kalle”?
Joseba: Pues tenemos hoy en el Tempo Club aquí en Madrid presentando el disco, que llevamos toda la semana de promoción en medios. El sábado que viene junto a Anaut y The Cisco Kids, tener una presentación en Bilbao a lo grande a ver si sale bien.
Xabier: Luego el 20 tenemos en Donosti.
Joseba: Luego vamos a la Semana Negra de Alicante, con Anaut también… Al final queremos entrar un poco en esa dinámica, a qué grupos van a llamar al Imagina Funk… Si el año pasado fue Freedonia, pues a ver si viene Priscilla. A ver les empieza a molar a la gente que realmente mueve ese estilo.
Entrevista realizada el 24 de enero de 2015.
Escucha a Priscilla Band en Spotify