FREEDONIA: Soul en estado puro en un directo sin igual

Freedonia Sala Penelope. Foto Fernando Hevia

Freedonia sigue emocionando con un soul enérgico, bailable y sentido que les reafirma entre los más grandes del panorama actual (Foto: Fernando Fernández Hevia)

Texto: VÍCTOR CALZADA MUÑUMER

A-L-M-A. Sin duda alguna, estas cuatro letras que componen una palabra tan profunda son las que mejor describen a Freedonia, o al menos así lo demostraron el pasado viernes 7 de marzo en la Sala Penélope. No me refiero solamente a su propio estilo “freedoniano”, pues a lo largo de su carrera han demostrado que saben como encarnar el soul en distintas variantes, sino a lo que el grupo logró transmitir al público desde la primera a la última canción. Con un inicio enérgico, la banda salió al escenario sin su cantante Maika Sitté y sin Ismael Carmona (trombón), que no pudo asistir al concierto, mostrando su entereza instrumental con un tema que hizo vibrar al público, y encendió una mecha de alegría y buenas vibraciones que duraría toda la noche. Una vez salió Maika, el espectáculo no podía ser mejor: el grupo estaba eufórico, tenía ganas de pasarlo bien y hacer pasar a los asistentes un gran rato (algo que sin duda alguna consiguieron). Los músicos bailaban y Maika nos deleitaba con sus movimientos y su increíble voz, en un conjunto de factores que daban como resultado una fórmula perfecta.

A nivel técnico, tengo que felicitar a los responsables del sonido de la sala, pues la ecualización fue magnífica, no se escapaba el sonido de ninguno de los nueve artistas que había sobre el escenario, algo que es de agradecer, teniendo en cuenta que se trata un grupo muy amplio y lleno de texturas. No obstante, hablando de la calidad del sonido no puedo eludir el buen hacer de los músicos, pues la aportación de cada uno de ellos, su buen entendimiento y la forma en que  ensamblan sus acciones en un único conjunto lleno de matices, supone un deleite para aficionados y amantes de la música. Pero si hubo a título individual una estrella en la noche, sin duda alguna fue la increíble Maika Sitté: estuvo magnífica, extraordinaria. Era la viva representación del soul: bailando con cada canción, riendo y sonriendo, animando al público, moviéndose por el escenario con garra y, sobre todo, sin fallar una sola nota, haciendo que su voz me pusiera los pelos de punta y que disfrutara de un concierto que quedará para el recuerdo. Simplemente brillante.

El grupo en su totalidad estaba disfrutando del escenario y eso se reflejaba en cada tema: Freedonia regalaba una nube de sentimientos con “Beggin’ You”, que con su característico comienzo de guitarra y hammond ya nos anunciaba que entrábamos en el momento emotivo de la noche. Un tema enorme, donde quizás se echaba en falta un coro que acompañase a Maika. También nos regalaron momentos de buen rollo y energía con temas como “Shake” (Sam Cooke) o con “Running to nowhere“, del mismo modo que sonaron “Skate“, con la que el baile está asegurado, el tributo a Fela KutiUpside Down“, o la gran “Please don’t let me be misunderstood” (Nina Simone).

Es por todo esto por lo cual lo único que puedo decir del concierto son cosas positivas. Está claro que Freedonia explota sus directos, sin dejar sitio al aburrimiento. Al finalizar el concierto los ánimos estaban por las nubes. Habíamos pasado uno de los ratos más entretenidos y divertidos de nuestra vida, e incluso pudimos disfrutar de la presencia de Maika, que bajó del escenario tras el show para saludar a los fans. Una velada única.

Victor Calzada junto a Maika Sitté, la extraordinaria cantante de Freedonia. (Foto: Josep Pedro)

Victor Calzada junto a Maika Sitté, la extraordinaria cantante de Freedonia. (Foto: J.Pedro)

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