Louis Jordan y la fragilidad de las barreras estilísticas
Texto: JOSEP PEDRO (2009)
A principios de los años 50 el disc jockey Alan Freed acuñó el término rock ‘n’ roll para designar un determinado tipo de música. El nombre era nuevo pero la música no. El propio Elvis lo dijo: “yo no inventé el rock ‘n’ roll. Antes se llamaba rhythm & blues.”

Capaz de atraer tanto al público negro como al blanco con su mezcla de estilos y sentido del humor, el saxofonista, cantante y showman Louis Jordan se convirtió en uno de los primeros músicos crossover
Louis Jordan vivió sus años de éxito en la década de los 40 y a principios de los 50. Le han llamado padre del rhythm & blues, abuelo del rock ‘n’ roll y rey de las jukebox. Pese a describirlo adecuadamente, este tipo de etiquetas se quedan cortas para hablar de un hombre que trascendió las fronteras entre estilos desarrollados y por desarrollar. Louis Jordan reúne una serie de características que permiten describirlo como blues, R&B, swing, jazz o rock ‘n’ roll sin incurrir en el error. Se utilizó jump blues y se definió como un híbrido entre el jazz, el blues y el boogie woogie; a ritmo de swing y orientado al baile. Por circunstancias históricas y motivos musicales Louis Jordan está situado en una encrucijada de estilos.
La década de los 40 fue tiempo de transición. El popular swing de orquesta propio de los los años treinta llegó a un estado de saturación y repetición que llevó a músicos como Dizzy Gillespie y Charlie Parker a crear un nuevo lenguaje llamado bebop. Si el swing se caracterizó por las big bands, el bebop prefirió pequeños combos en los que poder exprimir la melodía. El sonido de Louis Jordan no tiene nada que ver con el bebop pero sí con la emancipación de la rigidez orquestral del swing. De hecho, Louis Jordan empezó su carrera en la big band de Chick Webb, tocando el saxo alto, anunciando las canciones y cantando ocasionalmente. “Chick era un gran baterista pero no era un showman y alguna gente pensaba que yo era el líder porque anunciaba las canciones.” Tras la muerte de Webb en 1938, Louis Jordan formó su propia banda que primero se conoció como Elks Rendez Vous y más tarde se consolidaría como Louis Jordan and His Tympany Five -aunque habitualmente había más de cinco músicos acompañantes-. “Una vez llegué a ser conocido como Louis Jordan and His Tympany Five, mantuve el nombre aunque siempre tenía siete u ocho músicos. No creía que fuera capaz de manejar a una big band pero con mi pequeño grupo hacíamos todo lo que hacían las big bands. Hice blues jump.” La música de Louis Jordan mantuvo generalmente el carácter alegre y festivo del swing pero con una formación pequeña donde cada instrumento adquirió mayor protagonismo; él se encargó de cantar sin despegarse de su saxo alto. Al mismo tiempo, este concepto de grupo en combos relativamente pequeños lo acerca al r&b y al propio rock ‘n’ roll que durante años mantuvo el saxo como instrumento solista. De hecho, su canción “Saturday Night Fish Fry” (1949) fue uno de los primeros singles de rock ‘n’ roll como demuestra la distorsión de la guitarra eléctrica, las letras desenfrenadas y bailables y el uso de la palabra rockin’.
Las primeras grabaciones de Louis Jordan son de un clasicismo relativamente sorprendente en comparación con su obra posterior. Se enmarcan en la tradición del swing de los 30 y, por tanto, reflejan el punto desde el cual partió Louis Jordan para desarrollar su propia música. Con sus Tympany Five, Louis utiliza los arreglos y riffs propios del swing y los pone al servicio de una sección rítmica marcada y contundente; walking bass, piano boogie woogie y batería. Su éxitos “Choo Choo Ch’ Boogie“, “Caldonia” o “Ain’t Nobody Here But Us Chickens” son buenos ejemplos de ello. Otras canciones como “I’m Gonna Move to the Outskirts of Town“, “Never Trust a Woman” o “I Got the Walkin’ Blues” evidencian el calado bluesero de Louis Jordan. Sin embargo, además de la música Louis quiso ser un showman: “Me encantaba tocar jazz con la big band, me encantaba cantar blues pero luego cambié. Lo que realmente quería era ser artista por mi cuenta. Quería tocar para la gente, no sólo para unos pocos.” Louis Jordan desarrolló un espectáculo dinámico que conjugaba música, baile y sentido del humor y que le dio una popularidad enorme tanto entre blancos como entre negros y le permitió participar en diversas películas.
Sin duda, un aspecto fundamental de la música de Louis Jordan es su tremenda habilidad como cantante. Sabía adaptarse al contexto de la canción, ya fuera el swing más clásico de los primeros años o el blues más pantanoso aunque destacaba especialmente en ritmos rápidos. Ahmet Ertegun, célebre fundador de Atlantic Records, admite que el sonido de Louis Jordan era difícil de imitar. “En Atlantic Records, solíamos usar su ritmo pegadizo en algunos de los temas que grabamos con (Big) Joe Turner. Pero lo más importante era el sonido de la voz de Jordan, el modo en el que cantaba. Era una especie de hablar cantando.” Algunos han querido ver su forma de cantar como precursora del rap. Probablemente sea así pero el estilo hablado de Jordan en canciones como “I Want You to be My Baby“, “Beware” o “Open the Door Richard” puede enmarcarse en la tradición del talkin’ blues. Louis Jordan era un gran cantante pero también un gran músico y tocar el saxo alto desde pequeño, sin duda, marcó su forma de crear e interpretar las melodías.
Puede que el nombre de Louis Jordan no sea tan popular o reconocido hoy en día como debería ser por la dificultad de enmarcar su música en un solo grupo estilístico: está entre la tradición del jazz y el blues y la explosión del rock ‘n’ roll –que no se reconoció hasta que adquirió una imagen pública blanca-. A partir de mediados de los 50 muchos artistas como él sufrieron la irrupción del rock n roll; una música que ellos mismos habían construido pero cuya industria, a partir de los singles de Elvis, favoreció rostros blancos y melodías cada vez más acarameladas -aunque muchas veces se sirvieran de canciones ya interpretadas por artistas negros-. Durante los 60 y 70 Louis Jordan tan sólo realizó actuaciones esporádicas debido a problemas de salud. En cualquier caso su figura es un punto de conexión entre artistas clásicos de jazz como Louis Armstrong o Ella Fitzgerald –con los que tocó- y otros como Chuck Berry o Little Richard que marcaron las bases definitivas del rock ‘n’ roll desde la línea del R&B. De hecho, Chuck Berry habla de Louis Jordan como el artista con el que más se identifica.
La influencia de la música de Louis Jordan ha sido reivindicada por multitud de artistas. Ray Charles grabó varias de sus canciones como “Let the Good Times Roll“, “I’m Gonna Move to the Outskirts of Town” y “Don’t Let The Sun Catch You Crying“. Artistas como BB King y Clarence Gatemouth Brown han grabado discos de homenaje a las canciones de Jordan –Let the Good Times Roll; A tribute to the music of Louis Jordan y Clarence Gatemouth Brown Sings Louis Jordan-. Otros como Muddy Waters y recientemente Willie Nelson & Wynton Marsalis también han interpretado canciones de Jordan como “Caldonia“. Louis Jordan permanece como un artista versátil y polifacético, un talento a descubrir gratamente, especialmente para todos aquellos que se dirijan a la música desde los parámetros fundamentales de la música popular del siglo XX.